Alarma en el Rin: ¡Misteriosos pulpos amenazan la población de peces de la región!
En el Rin, cerca de Colonia, mueren cada vez más anguilas deformes. Los expertos advierten sobre los peligros de los niveles bajos de agua y el contacto con las máquinas.

Alarma en el Rin: ¡Misteriosos pulpos amenazan la población de peces de la región!
Cada vez más peces muertos con extrañas heridas en el Rin atraen la atención de conservacionistas y científicos. Las anguilas se ven especialmente afectadas, sus cuerpos quedan deformados y gravemente heridos. Estos devastadores hallazgos, conocidos como "Knakaale", son el resultado de un problema insidioso que afecta a las vías fluviales entre los Países Bajos y Alemania. Alto T en línea Este término se utiliza en Holanda y se refiere a los devastadores daños que supone para la salud de las especies de peces.
Las lesiones de las anguilas suelen deberse a colisiones con hélices de barcos o turbinas de centrales hidroeléctricas. Ines Plagemann, de la organización de conservación de la naturaleza NABU, explica que el bajo nivel del agua en el Rin se debe en parte a esto, ya que limita drásticamente el hábitat de los peces. El agua se concentra en un canal estrecho, lo que reduce significativamente las posibilidades de que los animales escapen de estos peligros. El peligro que suponen las centrales eléctricas de bombeo también aumenta el problema, como informa WDR muestra.
Voluntarios y soluciones basadas en datos
Para combatir esta preocupante situación, los voluntarios han puesto en marcha un proyecto llamado "El Rin conecta". El objetivo del proyecto es recopilar datos fiables que sirvan de base para proteger las poblaciones de peces. Los ayudantes comprueban cada dos o cuatro semanas los tramos del Rin asignados para documentar los hallazgos e introducirlos en una base de datos central. El próximo 28 de junio se realizará una jornada de acción durante la cual se presentarán los primeros resultados y se presentarán los trabajos a nuevos interesados, según información de T en línea.
La situación del estiaje también trae a colación otros aspectos negativos. El biólogo Schneider destaca que, especialmente en verano, la temperatura del agua en los afluentes represados, como el Mosela y el Meno, favorece la formación de algas verdiazules. Estos pueden liberar sustancias tóxicas que pueden ser peligrosas no sólo para la acuicultura sino también para los humanos. Esto ya está documentado en el Mosela desde 2017 y es un tema que también surge en relación con los niveles bajos de agua. Espejo informó.
Estos hallazgos dejan claro que la situación en el Rin es más que un simple problema local. Proteger las poblaciones de peces no es sólo una preocupación de los ambientalistas; nos afecta a todos. El uso de voluntarios y la recopilación de datos específicos son pasos en la dirección correcta para encontrar soluciones a largo plazo.