Colonia en apuros: la Iglesia de Mauricio se convierte en un infierno de drogas: ¡los ciudadanos dan la alarma!

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En Colonia, los ciudadanos critican el problema de las drogas y el estado de la Iglesia de Mauricio. El alcalde Reker comenta al respecto.

In Köln kritisieren Bürger die Drogenproblematik und den Zustand der Mauritiuskirche. Oberbürgermeisterin Reker äußert sich dazu.
En Colonia, los ciudadanos critican el problema de las drogas y el estado de la Iglesia de Mauricio. El alcalde Reker comenta al respecto.

Colonia en apuros: la Iglesia de Mauricio se convierte en un infierno de drogas: ¡los ciudadanos dan la alarma!

En Colonia, la preocupación de los ciudadanos es grande, sobre todo por el rápido deterioro del orden público y la seguridad. Una encuesta del diario Kölner Stadt-Anzeiger reveló que muchos habitantes de Colonia están descontentos con el trabajo de la alcaldesa Henriette Reker. El lector Peter H. describe de forma especialmente vívida las lamentables condiciones en torno a la iglesia de Mauricio, cerca de Neumarkt. La parroquia no sólo lucha contra el deterioro del edificio, sino también con un aumento significativo del consumo de drogas y la consiguiente basura, heces y residuos de drogas que contaminan los alrededores a diario. "La oficina de orden público no puede simplemente ignorar esto", critica Peter H., criticando la falta de intervención de las autoridades. Sin embargo, los problemas no parecen ser aislados, sino más bien parte de un problema mayor que afecta a toda la ciudad.

¿Cuáles son las causas de este problema apremiante? La propia alcaldesa habla de un “creciente abandono” en la ciudad y se queja en una entrevista de los problemas que suponen, en particular, las vacantes en la oficina de orden público. A pesar de los aspectos positivos, como la digitalización y la gestión exitosa de la crisis del coronavirus, Reker reconoce que la seguridad pública está en riesgo. También hay debates políticos sobre la estrategia adecuada para tratar con las personas sin hogar y los drogadictos. Mientras algunas ciudades intentan expulsar a este grupo del centro de la ciudad, Colonia está adoptando un enfoque diferente que no está exento de controversia.

El llamado al cambio

Henriette Reker ya no se presentará a las próximas elecciones. Después de diez años en el cargo, deja claro que la búsqueda de un sucesor adecuado aún continúa. En general, las elecciones tendrán lugar el 14 de septiembre. Reker, que resultó gravemente herido en un ataque de extrema derecha durante la primera campaña electoral de 2015, destaca la diversidad en Colonia, que se caracteriza por 180 naciones y 130 comunidades religiosas. Sus colegas políticos, incluido el grupo concejal de la CDU, apoyan su llamamiento a una lucha más decisiva contra los escenarios de drogas en la ciudad.

Pero no son sólo sus críticos quienes tienen voz y voto. Berivan Aymaz, de Los Verdes, también reconoce un problema, pero aboga por medidas sociales para resolver los desafíos. En su opinión, es necesario un mayor compromiso en lugar de quejarse de un margen de acción limitado. La propia Reker afirma que a menudo se enfrenta a la responsabilidad por defectos de los que no es responsable. En una ciudad caracterizada por la resignación y la frustración, surge la pregunta de si las propuestas políticas son suficientes para poner fin a la miseria.

Un llamado a la acción

Mientras en Colonia continúa el debate sobre los escenarios de drogas y la seguridad pública, la necesidad de intervenir in situ es cada vez más urgente. “Es hora de encontrar el coraje y actuar”, subraya Peter H. en su llamamiento a los ciudadanos para que denuncien las injusticias en Colonia. ¿Ha llegado quizás el momento de que no sólo los políticos, sino también los propios habitantes de Colonia se levanten y hagan campaña juntos por una ciudad mejor?

Los resultados de esta dinámica de preocupaciones, presión política y compromiso ciudadano serán cruciales en los próximos meses. Los próximos pasos deben ser considerados cuidadosamente y aplicados rápidamente para liberar a Colonia del infierno de las drogas.