Cambio de trono en el Gran Ducado: ¡Guillaume comienza una nueva era!

Cambio de trono en el Gran Ducado: ¡Guillaume comienza una nueva era!

Hoy, 4 de octubre de 2025, Luxemburgo vivió un memorable cambio de trono, que atrajo a aficionados de Colonia y Bruselas y generó mucho interés. Mientras Alemania celebraba el Día de la Unidad Alemana, en Luxemburgo se anunciaba una nueva era: el Gran Duque Enrique dimitió después de 25 años en el cargo y su hijo mayor, Guillaume, prestó ceremoniosamente juramento a la constitución para tomar las riendas como nuevo Gran Duque. La ceremonia comenzó a las 11 horas en la Cámara de Diputados y causó gran entusiasmo entre los espectadores.

La ceremonia de abdicación de Enrique, que tuvo lugar en palacio, fue particularmente emotiva. Miles de personas se reunieron frente al Palacio Gran Ducal y en la plaza Guillaume II (Knuedler) para celebrar juntos este momento histórico. Cät y Claudia de Colonia e Ide y Bart de Bruselas partieron a pesar de la lluvia y el viento para vivir las celebraciones de cerca. Su viaje estuvo motivado por el anuncio del cambio al trono de su amiga Ginette en mayo, lo que representa un fuerte signo de solidaridad entre los países vecinos.

El nuevo Gran Duque de Luxemburgo

En su discurso desde el trono, Guillaume, de 44 años y nacido el 11 de noviembre de 1981, expresó el deseo de tender puentes entre generaciones y entre tradición e innovación. Destacó la población multicultural y multinacional de Luxemburgo y agradeció expresamente a los trabajadores transfronterizos que contribuyen a la prosperidad y la diversidad del país. “Luxemburgo es un país pequeño con un alma grande”, comentó Claudia, expresando el sentimiento de muchos que extrañan la monarquía en Alemania. Ide añadió que la especial amistad belga-luxemburguesa representa un vínculo importante entre las naciones.

Al igual que su esposa Stéphanie, conocida por su actitud tranquila y serena y por ser una “verdadera jefa”, Guillaume es percibido como una persona abierta, moderna y progresista, alguien que definitivamente podría ser un amigo. Las celebraciones en el corazón de Luxemburgo incluyeron no sólo la aparición de la gran familia ducal en el balcón del palacio, sino también un “baño en la multitud” donde Guillaume y Stéphanie saludaron al pueblo y crearon una gran atmósfera.

Una celebración para la monarquía

El programa festivo también incluyó una cena de gala en el palacio, a la que fueron invitados invitados de alto rango de varias familias reales y presidentes de Alemania y Francia. Personas destacadas presentes, entre ellas el presidente federal Frank-Walter Steinmeier y el presidente Emmanuel Macron, subrayan el interés internacional por este acontecimiento histórico. Las celebraciones continúan el segundo día con visitas a lugares como Wiltz, Dudelange, Steinfort y la ciudad de Luxemburgo, donde se celebran festivales folclóricos.

En medio de toda la ostentación y celebración, la nueva constitución de 2023 garantiza que la monarquía en Luxemburgo tenga funciones representativas, pero el poder del Gran Duque es significativamente limitado. Queda por ver cómo abordará Guillaume estos cambios constitucionales, ya que ahora es el séptimo soberano de la Casa de Luxemburgo-Nassau y el primero en asumir el cargo en un momento en que el papel de la monarquía ha disminuido fundamentalmente.

En conclusión, el cambio de trono en Luxemburgo que ha tenido lugar hoy es más que un simple acto formal. Se erige como un símbolo de la combinación de tradición e innovación en un país que está orgulloso de su historia única en el mundo de las monarquías. El entusiasmo de los aficionados de Colonia y Bruselas demuestra que el Gran Duque y su familia desempeñan un papel importante en el corazón de la gente y que sus celebraciones se consideran importantes para el futuro del Gran Ducado.