Escollos en Eigelstein: la memoria de los hermanos Kaufhold y su sufrimiento

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En el Eigelstein de Colonia se colocaron piedras de tropiezo para los hermanos Kaufhold para conmemorar su destino durante el Holocausto.

Am Eigelstein in Köln wurden Stolpersteine für die Brüder Kaufhold verlegt, um an ihre Schicksale während des Holocaust zu erinnern.
En el Eigelstein de Colonia se colocaron piedras de tropiezo para los hermanos Kaufhold para conmemorar su destino durante el Holocausto.

Escollos en Eigelstein: la memoria de los hermanos Kaufhold y su sufrimiento

El 30 de junio de 2025 fue un día emotivo en el Eigelstein de Colonia. La colocación del Stolperstein para los hermanos Karl y Toni Kaufhold unió música y recuerdos. El conocido rapero Retrogott no perdió la oportunidad de contribuir con emoción a la colocación de las lápidas con su canción “Andenken”. La letra de la canción, dedicada a su propio padre, quien llevó una vida dolorosa como sobreviviente medio judío del Holocausto, reforzó el significado del evento.

Los escollos instalados en Eigelstein 54-56 recuerdan el impactante destino de los dos hermanos. Karl Kaufhold, nacido el 24 de junio de 1908 en Düsseldorf-Eller, fue declarado “mestizo en primer grado” y vivía con el temor constante de ser arrestado. De hecho, esto sucedió el 24 de agosto de 1943, cuando fue detenido en su apartamento. Tras su arresto en la casa de EL DE, fue deportado a Buchenwald, donde tuvo que realizar trabajos forzados. Estas circunstancias arruinaron su salud.

El destino de Toni Kaufhold

Su hermano, Toni Kaufhold, nacido el 8 de septiembre de 1914, fue detenido ese mismo año en Colonia, en el verano de 1943. Se le consideraba homosexual y fue perseguido en aplicación del infame artículo 175 del Código Penal. También fue deportado, primero a Natzweiler y luego a Ravensbrück. Ambos hermanos vivieron sufrimientos inimaginables bajo el régimen nazi hasta que finalmente fueron liberados por los estadounidenses.

La colocación del Stolperstein fue parte de una conmemoración más amplia que destacó el sufrimiento de los sobrevivientes del Holocausto. El iniciador fue Roland Kaufhold, nieto de Karl, quien inició el traslado junto con Reinhold Goss y la asociación de ciudadanos de Eigelstein. Curiosamente, no fue el propio Gunter Demnig quien colocó las piedras, sino los empleados de la ciudad quienes asumieron esta importante tarea.

Recordando el pasado

Especialmente en el contexto de Stolpersteine, que están instalados en más de 1.100 lugares en 17 países europeos, queda claro cuán trascendental es la cultura del recuerdo en torno al Holocausto. En total, en Europa hay más de 45.000 obstáculos que se encuentran en los últimos lugares de residencia de las víctimas del Holocausto. Cada placa cuenta la historia de un individuo y nos recuerda que no debemos olvidar. Gunter Demnig, el artista que lanzó esta iniciativa, quiere devolver a la conciencia pública los nombres de millones de víctimas.

  • Stolpersteine sind aus Messing und sicher im Boden verankert.
  • In Berlin beispielsweise finden sich über 5.000 Stolpersteine.
  • Jeder Stein enthält den Namen des Opfers sowie relevante Daten zu Geburts- und Todesdatum.

Además de los obstáculos, Anna Sodki también informó sobre el impacto de la Shoá en las generaciones futuras. Sus impresiones dejaron claro lo importante que es recordar las sombras del pasado. Al mismo tiempo, se mencionó la iniciativa “Corran por sus vidas”, que conmemora a 53 rehenes encarcelados mediante caminatas conmemorativas, entre ellas ocho alemanes.

Todos los domingos a las 15:30 horas. Un grupo de Colonia, entre los que se encuentra Roland Kaufhold, da un paseo por el cinturón verde para concienciar sobre estos problemas. Reinhold Goss destacó la importancia del compromiso con los valores democráticos y advirtió de una posible pérdida de libertades y derechos humanos.

La colocación del Stolperstein en Eigelstein no fue sólo un acto de recuerdo, sino también un llamado a involucrarnos con la historia y preservar los derechos humanos en el mundo actual. De esta manera, el recuerdo de Karl y Toni Kaufhold permanece vivo y, con él, el recordatorio de que olvidar es imposible.